Un buen mantenimiento es fundamental para cualquier aparato, muy especialmente si está sometido a un uso intensivo. En algunos casos, incluso, esos cuidados mínimos están regulados por ley si son equipos de gran potencia o están instalados en lugares de mucha afluencia. Precisamente, la limpieza del aire acondicionado es uno de los puntos fundamentales en el mantenimiento de este tipo de aparatos.

¿Por qué la limpieza del aire acondicionado es tan importante?

La limpieza del aire acondicionado es esencial por motivos muy diferentes. En primer lugar, porque garantiza un funcionamiento eficiente de los equipos, trabajando al máximo rendimiento con el menor consumo. Un aspecto que nunca se debe pasar por alto si no se quiere que la factura energética se dispare.

Por otro lado, que los aparatos funcionen de una forma eficiente significa que no trabajan de manera forzada. El resultado no es otro que un menor riesgo de sufrir averías y una vida útil mucho más prolongada. En cualquiera de los casos, la pequeña inversión que supone la limpieza de los aires acondicionados se amortiza con muchos más años de funcionamiento sin problemas.

Y finalmente, hay una cuestión especialmente importante si hablamos de la limpieza del aire acondicionado: la salud. En estos equipos, en los que hay humedad, es muy fácil que proliferen microorganismos patógenos y hongos perjudiciales para el organismo que pueden propagarse al accionar los equipos.

En esta cuestión hay que tener en cuenta que la acumulación de patógenos se puede producir en distintos elementos del equipo: filtros, la bandeja de condensación o  conductos en los sistemas centralizados. Por ello, la limpieza de los aires acondicionados y desinfección posterior debe quedar siempre en manos de especialistas. Es mucho lo que está en juego, nada más y nada menos que la calidad del aire que se va a respirar.

Equipos domésticos o industriales

La potencia de los equipos es la que marca la obligatoriedad o no de realizar revisiones y acometer la limpieza del aire acondicionado. En el caso de los domésticos, la recomendación es hacerlo al inicio de cada temporada o, al menos, una vez al año. Si son equipos de más de 70 kW de potencia sí existen obligaciones.

Por ejemplo, el Reglamento de Instalaciones Térmicas en los Edificios (RITE) marca que sistemas por conductos deben pasar revisiones anuales siempre que tengan potencia superior a la anteriormente indicada. No hace referencia expresa a la limpieza del aire acondicionado , pero sí índica que, en caso de que la inspección detecte un exceso de partículas o residuos, es obligatorio proceder a su limpieza con medios específicos.

Siempre en manos de expertos

La limpieza del aire acondicionado, incluso aunque sean domésticos, es más compleja de lo que a simple vista parece. No se trata solo de extraer y limpiar los filtros en profundidad, sino de revisar en profundidad todos aquellos elementos en los que el polvo, la suciedad o las bacterias puedan acumularse y proliferar.

En los equipos interiores centralizados o con split es imprescindible limpiar también bandejas de condensación y desagües. Y, en sistemas por conductos no hay que olvidarse ni de los propios tubos ni de las rejillas de salida. Pero la limpieza de aires acondicionados debe realizarse con igual atención en las unidades exteriores, muy expuestas a suciedad, residuos y contaminación.

Si no son suficientes razones para plantearse seriamente dejar la limpieza del aire acondicionado en manos de expertos, aún hay otra: las dificultades que en muchas ocasiones entraña el trabajo. Por un lado, porque las unidades exteriores pueden estar en lugares de acceso complicado. Por otro, el imprescindible cuidado que se debe tener en el desmontaje de las piezas