Externalizar el trabajo es un sinónimo el crecimiento de una empresa es algo digno de aplausos y recompensas, pero detrás de ello siempre hay arduo trabajo y organización. Y aunque ciertamente es algo muy positivo, muchas veces implica empezar a delegar de manera inteligente las nuevas responsabilidades que van surgiendo. A veces estas son tan diferentes a los objetivos principales que hay que recurrir al outsourcing.

La externalización va de la mano con la expansión de las empresas, por lo que es importante comprender bien cuándo es momento de implementarla; esto, al menos en lo que respecta a limpieza y mantenimiento de espacios corporativos. Como proveedores de este tipo de servicios, nos interesa educar a nuestro público y clientela; por ello, dedicaremos este artículo a explicar a detalle esta opción y sus ventajas. 

¿Qué es el outsourcing?

El término, adoptado de la lengua inglesa, también se conoce en español como externalización y, más comúnmente, como tercerización. Básicamente, consiste en que una compañía u organización delegue algunas de sus funciones a un tercero externo para acelerar y/o reducir los gastos derivados. De este modo, pueden enfocar otros recursos en sus objetivos prioritarios sin descuidar otros ámbitos. 

En la práctica, el outsourcing es muy común. De hecho, es una de las opciones preferidas de las empresas para poder enfocarse en lo que realmente les interesa sin sacrificar otros aspectos importantes. Muchos de estos relacionados con temas financieros, desarrollo de software o evaluación de desempeño de los empleados. Se pueden tercerizar incluso tareas de limpieza y mantenimiento del entorno de trabajo.

Outsourcing empresarial 

Hasta ahora, hemos explicado el concepto de externalización de manera general. Pero esto aún resulta insuficiente para comprender las situaciones en las que sería útil recurrir a un tercero externo para realizar determinada tarea. En este apartado, nos centraremos en desglosar algunas de las más comunes dentro del ámbito de las empresas que se encuentran en proceso de crecimiento. 

• Captación de talentos y contratación

A propósito de ello, una de las primeras necesidades es la contratación de personal nuevo. Contrario a lo que muchos creen, pese a la amplia disponibilidad de profesionales y personas capacitadas, la captación de talentos puede tomar mucho tiempo. Y, como bien sabemos, en los negocios y en casi todo aspecto de la vida, el tiempo es dinero y perderlo puede retrasar la evolución.

Muchas empresas optan por la externalización cuando necesitan contratar personal de manera acertada. ¿Por qué? Pues bien, puede que su departamento de recursos humanos no esté totalmente capacitado para captar perfiles muy específicos aún. En cambio, hay organizaciones especializadas en la captación y contratación de talentos que pueden dar justo con los perfiles requeridos rápidamente. 

• Asesoría financiera

Toda empresa en expansión debe tener un departamento de finanzas dentro de su organigrama; sin embargo, ciertos contextos ameritan la opinión de un tercero externo que pueda ofrecer una visión más neutral y basada en una experiencia más amplia. En estos casos, podría contratarse a una persona cualificada para un trabajo puntual o simplemente solicitar la asesoría financiera a través del outsourcing.

• Proyectos de construcción 

A ello sumamos los proyectos que conllevan construcción. Es cierto que las empresas de los que derivan cuentan con personal técnico, como ingenieros y arquitectos que pueden desarrollarlos; pero hay muchas tareas derivadas que ameritan contratación de perfiles específicos y, por consiguiente, tiempo para conseguirlo y trámites salariales adicionales. En estos casos, también resulta útil el outsourcing.

• Mantenimiento y limpieza

Y, por supuesto, ¿cómo no hablar de aspectos tan importantes como el mantenimiento y la limpieza de las instalaciones de las empresas? Estos son factores que ejercen mucha influencia en la productividad de los empleados, así como en su salud y bienestar; además, incide en el cumplimiento de leyes laborales locales. Y aunque suene trivial, el outsourcing puede ayudar en ello.

Hablamos de un tema prioritario considerando que la falta de higiene o condiciones seguras de trabajo es penalizada por la ley. Además, puede ocasionar accidentes que inciden directamente en el presupuesto y la credibilidad de la empresa, afectando incluso su posicionamiento en el mercado. Delegar el mantenimiento, adecuación y limpieza por externalización ofrece más garantías de prevención y cumplimiento.

En pocas palabras, el outsourcing de las tareas de limpieza y mantenimiento ofrece varias ventajas. Entre ellas, la entrega de un espacio de trabajo seguro y limpio a los empleados; la prevención de accidentes y, con ello, de las consecuencias legales y financieras sobre la empresa; la estimulación del sentido de pertenencia del equipo empresarial, además de la optimización de su rendimiento individual y grupal.

Estos son los beneficios más inmediatos de este tipo de externalización de servicios; no obstante, puede haber muchos más dependiendo de la naturaleza del negocio que recurre a ello. Aun así, en general, es común que las empresas en crecimiento recurren a la externalización para delegar trabajos de limpieza y mantenimiento. Limpiezas Garro destaca como proveedor de estos servicios por su eficiencia. 

• Ventajas de outsourcing 

Ahora que la definición de outsourcing y sus casos de aplicación más comunes han quedado claros, podemos hablar de su utilidad y ventajas. Advertimos que no son pocas, por lo que nos enfocaremos en las más importantes para la mayoría de las empresas. Estas son, principalmente, el ahorro en costos, la reducción de tiempos de espera, la mejora de la productividad y la simplificación de procesos.

Existe una creencia errada de que la contratación de terceros de parte de empresas es más costosa. La verdad es que la opción existe y se ha mantenido a lo largo de los años por el ahorro significativo que ofrece; y esto, tanto a nivel de tiempo como de dinero. Por ejemplo, en el caso de limpieza, se evita la compra de materiales y se obtiene el servicio casi de inmediato.

Ahora bien, delegando estas y otras tareas a empresas más especializadas, queda más tiempo y presupuesto para enfocarse en el objetivo principal. La organización en cuestión puede focalizar sus recursos técnicos, materiales y humanos en una misma dirección; la mejor parte es que esto se puede lograr sin inversiones cuantiosas, sin sacrificar la calidad ni la cultura empresarial en el proceso.